El cóctel Tom Collins es simplemente la mejor limonada dura con gas que jamás haya tenido el placer de beber. Si disfruta de excelentes bebidas de verano que son dulces, florales y refrescantes, entonces este cóctel servido en el vaso Collins del mismo nombre será su bebida preferida.
Esta bebida es un cóctel sencillo que es similar a un primo, el Gin Fizz, que discutiremos más adelante. El Tom Collins está compuesto de ginebra, zumo de limón, almíbar y agua gaseosa (club soda). El trago se sirve en la copa de cóctel que lleva el nombre de la misma bebida.
La receta de este cóctel se vio por primera vez en «The Bartender’s Guide» de Jerry Thomas, publicada en 1876. Sin embargo, el origen del cóctel se puede rastrear a unos años antes resultado de una elaborada broma conocida como El Gran Engaño de Tom Collins de 1874.
La historia es así: un amigo se le acercaría y le preguntaría si ha visto a Tom Collins. Al responder «no», su amigo le aconsejaría que lo debes encontrar lo más rápido posible, ya que el Sr. Collins va por la ciudad diciendo malas palabras y difundiendo mentiras sobre usted. La idea era hacerte perseguir a alguien que no existía. ¿Gracioso, verdad?
Al fin, un bartender inteligente se dio cuenta del engaño y creó una bebida y la llamó Tom Collins, de esta manera cuando la gente se encontraban en bares buscando al hombre ficticio, le preguntaban a su bartender si los habían visto. El bartender luego le serviría el cóctel lo cual, como puede imaginar, sería muy confuso para el cliente. Y así, gracias a una broma tonta, tenemos uno de los cócteles jaibolero más clásicos de todos los tiempos.
Sería completamente perdonable confundir estos dos tragos clásicos. Ambas bebidas comparten ingredientes similares, sin embargo, hay pequeñas diferencias que diferencian los dos cócteles.
En primer lugar, el Tom Collins se hizo históricamente con un estilo de ginebra llamado «Old Tom«, que es una variedad más dulce y menos común hoy en día. En segundo lugar, un Tom Collins se sirve con hielo en un vaso más grande, mientras que su primo efervescente, el Gin Fizz, se sirve sin hielo en un vaso más pequeño. Estas pueden parecer diferencias insignificantes, pero para puristas e historiadores son desarrollos consecuentes en las variaciones de los cócteles clásicos.
Comienza colocando tu vaso Collins en el congelador para que se enfríe mientras preparas la bebida. Luego tome su coctelera y agregue ginebra, zumo de limón y almíbar junto con hielo. Agite durante unos cinco a diez segundos, luego rompa el sello y, con su colador Hawthorne, cuele la bebida en el vaso Collins que se ha enfriado en el congelador.
Para decorar, puede hacer un toque o rueda de limón en la que puede cortar una hendidura para que descanse en el borde del vidrio o simplemente insertarlo dentro del vaso.
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